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Un bitter-kas con Carlos Hernández

No montaba en bicicleta desde hace 20 años y acaba de subirse a ella a favor de una causa más que solidaria junto a su amigo Miguel Induráin. Sí, el de los cinco Tour de Francia

Carlos –Carlitos para los amigos- convenció al de Villava para que viniera a Zaragoza a participar en La Movember 2021, un evento “bigotudo”  que ha conseguido sensibilizar a personas de ambos sexos y recaudar una buena suma para la investigación de la salud masculina. Generosidad humana  

En la Movember pedalearon juntos como en los viejos tiempos. Rememoraron historias y regalaron anécdotas al respetable que les acompañó. Han pasado muchos años desde aquél legendario equipo Reynolds que los unió y hoy, por encima de todo, muestran orgullosos su amistad como legado  

Años atrás queda historia para recordar o investigar en la hemeroteca.  En pleno desarrollo meteórico de Miguel Induráin, Carlos se vio obligado a la retirada. A pesar de haber realizado una gran temporada –ganó la montaña de la Vuelta a España de 1992- ningún equipo le brindó continuar un año más. Aquél año, Tony Rominger ganaba la primera de sus tres Vueltas a España y Barcelona acogía entusiasta los Juegos Olímpicos

EL DEL SEGUNDO - Tenías 33 años

Carlos Hernández  Sí, y me encontraba bien para continuar a buen nivel pero entonces desaparecieron varios  equipos y los directores de la época consideraban que ya era “viejo” Aun así estuve muy cerca de fichar por el Carrera italiano porque Claudio Chiapucci me quería en su equipo

EDS A bote pronto, ¿cuántos triunfos en tu carrera profesional?

CH Buff no me acuerdo, han pasado muchos años

20 victorias Carlitos, y recuerdo alguno especial como el Campeonato de España de Mazarrón. Te vi por la tele. Menudos saltos pegaba tu hermano Edu con Maribel

Pues sí que te acuerdas bien… Qué calor  pasamos aquél día, fueron más de 250 kms  y con una temperatura por encima de los 40 grados. De esto sí que no me olvido. Distinto fue seis años antes, el campeonato que también gané en Aviles. Allí tuvimos mucho frío y lluvia toda la carrera

Eran otros tiempos

El ciclismo ha cambiado mucho desde entonces. Lo que más me llama la atención, al margen de los progresos tecnológicos que influyen en la de preparación, alimentación o  material,  es que antes éramos un equipo y a la vez un grupo de amigos. Tras la cena siempre había tiempo y ganas para un buen paseo, charradas y muchas bromas. Nos divertíamos mucho. Ahora enseguida se suben a la habitación y se aíslan del grupo. Están como robotizados

Me consta que eras la alegría de la Huerta

Me llevaba muy bien con todos los compañeros pero especialmente con Laguía. Compartíamos habitación habitualmente y mientras que Perico y Arroyo, también juntos, se echaban a dormir a las diez de la noche a nosotros nos daban siempre más de  la una. Nos reíamos mucho, siempre estábamos de buen humor y haciendo bromas

Amor y humor, excelente binomio. Amor a la bicicleta desde cuándo

Me lo pegaron mi padre y mi hermano Javier. Mi padre corría en veteranos y nos contagió la afición por la bicicleta a toda la familia. Javier, que era el mayor, fue el primero en competir. Yo entonces jugaba al fútbol

En el Almudevar club de Fútbol

¿También te lo sabes?  Jugaba de extremo derecho. Con el 7. Era muy rápido por la banda y me gustaba anticiparme al juego. Además pegaba buenos saltos…-risas-

Igual aquí se gestó el apodo de  “zorrete”

Todo el pelotón  teníamos  apodos entonces. A mí me llamaban el “zorrete” porque leía bien  la carrera. Cuando me metía en las escapadas, Perico  decía al resto del equipo  “tranquilos que va el zorrete en la escapada, todo controlado”

Marcasteis el inicio de una nueva época dorada con Reynolds

Con Perico y Arroyo sobre todo descubrimos que también podíamos con el Tour de Francia. Después, fíjate, llegó Miguel y no veas la que armó. Fueron años de crecimiento como ciclistas y como personas. Aprendimos mucho

Siete participaciones en el Tour de Francia,  diez en la Vuelta a España y dos mundiales no las tiene cualquiera

Bueno, los hay con muchas más pero para un corredor como fui  yo creo que está muy bien. Me tocó trabajar para los líderes de los distintos equipos con los que participé. En  Reynolds para Perico Delgado, en  Teka para Reimund Dietzen, y para Seam Kelly en el  Festina.

 

Cuéntame una  de Blanco Villar

Esa es buena... Corríamos los dos en Teka y era una de las etapas más duras del Tour de aquél año. Subíamos cinco puertos por los pirineos. El caso es que Blanco Villar pilló tal frustración a mitad de etapa  que se paró y  dio la vuelta para retirarse. Tuve que darme yo la vuelta también en pleno puerto y bajar a por él para convencerle de que sólo era un mal día. Al final  conseguimos llegar a meta y al día siguiente no veas la crono que se marcó el gallego

¿Y lo de la bota de vino?

Pero eso fue en la época de amateur, sobre todo lo recuerdo en el equipo Michelín de Lérida. Pues que tenía la costumbre de viajar siembre con mi bota de vino. Me gustaba beber vino en bota a lo Paco Martinez Soria –risas-

Qué ciclista de aquella época te impresiono más

En mis inicios, sin  duda Bernard Hinault.  Era un animal. Me metí en varias escapadas con él y subiendo aún le aguantaba algo pero en el llano me dejó de rueda varias veces

En la previa de la  Movember Miguel Induráin dijo que le mandabas lavar tu culotte

-risas-  Ya ves, como cambia la cosa. Eran los inicios de Miguel como profesional y nosotros éramos ya veteranos. Compartimos equipo y  habitación muchas veces y bueno, son las típicas novatadas. Ya te he dicho que estábamos siempre de buen humor. Los periodistas nos llamaban el punto y la “i” 

¿Qué crees hubiera pasado de no caerte en aquella etapa del Tour del Porvenir de 1984?

Pues no lo sé, subiendo no me dejaban.  Me caí portando el maillot amarillo de líder bajando el Portet D´Asspet. Era la séptima etapa y no pude continuar por una conmoción cerebral. Había hecho un buen prólogo y me puse líder tras ganar la contra reloj por equipos con un debutante Miguel Induráin. Por cierto Miguel me hacía las subidas de los puertos…-qué clase apuntaba ya-

Te subiste después a la bici a pesar de todo

Sí, pero me iba en dirección contraria. Fíjate el golpe que llevaba. Menos mal que me paró Carlos Vidales, mecánico del equipo y al que yo llamaba –Morrosko- (mozetón en vasco) y junto a Eusebio Unzué me acabaron metiendo en la ambulancia

Esa foto ha dado muchas vueltas, Carlos Vidales rescatándote de un precipicio. Maldito Portet D´Aspet

En esa misma caída también se vio implicado Thierry Claveyrolat, líder de la montaña y se vio obligado a abandonar como yo. Peor suerte corrió Fabio Casartelli en el Tour de 1995 pues en ese mismo punto perdió la vida tras una caída fatal. Claveyrolat por cierto se quitó la vida años más tarde. Maldito puerto sí

No hablemos de la muerte sino de la vida

Mejor, mejor…

¿Recuerdas tu primer triunfo en carretera?

Claro, no se me olvidará nunca por varios motivos.  Fue en Villamayor (Zaragoza) y aquél día mi padre no me pudo llevar con el coche hasta allí porque él trabajaba, así que, como vivíamos en Tormos,  fui en bicicleta y luego volví de la misma manera. Llevaba una mochila a la espalda. Al final 140 kms entre  ida y vuelta más lo que tuviera la carrera. Lo recuerdo bien porque a pesar de ganar la prueba no me dieron trofeo

Pues casi mejor para no llevar peso a la vuelta ¿no?

Tenía tanta ilusión  entonces por un trofeo que no me hubiera importado nada cargar más peso  en la mochila. Llegué a casa  frustrado y muy cansado. Me tiré en el sofá y me pegué dos días…He de decir también, que ese trofeo se me entregó simbólicamente 20 años más tarde en un acto por el club organizador, el Club ciclista Iberia. Fue un bonito gesto

Para entonces ya tendrías la vitrina llena

Pues unos cuantos más sí que tenía. Cuando gané en Villamayor pertenecía   al equipo Thermidor. Tenía 18 años y después, ya como amateur, corrí  en el Osca 2000 (una discoteca de Huesca) Michelín Hnos Esteve de Lérida y  Reynolds. Durante ese tiempo acumulé alguna que otra victoria, sí 

Trabajabas y competías a la vez

Hasta que fiché por Reynolds, sí.  En Industrias Luna de Almudevar. Cada día me desplazaba desde Tormos hasta allí. Lo hacía en una bici de paseo de la marca BH. Eran 30 kilómetros entre ida y vuelta. Cuando llegaba a casa a última hora de la tarde, me cambiaba de ropa y de  bicicleta y entrenaba por la carretera de la presa del Pantano de la Sotonera. Iba con una linterna pero no se veía prácticamente nada. Una noche choqué contra una pareja de la Guardia Civil que iban haciendo la ronda –risas

Y llegó el momento que cumplir con la patria

Me tocó el destino en Pamplona. Tuve suerte porque Eusebio Unzué ya me había visto en carreras, y en concreto en una Vuelta a Navarra que corrí cedido con el equipo catalán IAMP que dirigía el padre de Purito, Manuel Rodriguez Ayora. Éste quería que me fuera con él pero opté por Reynolds. Me quedaba un año de mili en Pamplona

Supongo que Unzué fue importante en tu crecimiento como ciclista

Claro, y José Miguel Echavarri sin duda. Eusebio dirigía al equipo amateur y José Miguel al de profesionales. El primer año con ellos  ya querían que diera el salto al equipo grande pero estando en la mili no podía rendir a buen nivel. Aun así, ese año gané once carreras de amateur en el País vasco. Y no te lo vas a creer pero pesaba  once kilos de más –risas-

Para poder tener libre los fines de semana y librarme de las guardias me apunté al equipo militar de cross. Incluso llegué a competir campo a través. Entre semana entrenaba por la  noche en la autopista que para entonces estaba en construcción entre Pamplona e Irurtzun (iba y venía) varias veces. Después me duchaba y dejaba la bici en la casa de los padres de Eusebio y luego a dormir al cuartel. Estoy muy agradecido y tengo muy bonitos recuerdos de aquella época

Llegaste y triunfaste en tu primer año de profesional. De los cinco triunfos totales del equipo Reynolds  ese año de 1981, dos fueron tuyos ¿Aquí te darían trofeo?

Sí sí –risas- Esto ya era distinto. Gané dos carreras. Una en la Vuelta a Cantabria y otra en la Vuelta a Castilla. Para ser mi estreno en la máxima categoría la verdad es que no fue mal. En los años siguientes fui cogiendo confianza, gané las generales de la Vuelta Aragón, Murcia y Tres Cantos

Y qué bien salió ese año de 1983…

Fue una gran temporada desde luego, además de mi primer título nacional, conseguí ganar el Circuito de Getxo y una etapa de la Vuelta a España. Resultó emotivo para mi debutar en el  Tour de Francia llevando en las espaldas el maillot  de campeón de España. Íbamos  de pardillos y conseguimos una etapa y el segundo puesto en la general  con Angel Arroyo tras Laurent Fignon. Después llegaron nuevos triunfos individuales, corrí en Teka y Lotus Festina, seguí acumulando Tours de Francia, gané  otro campeonato de España, dos etapas más en la Vuelta a España, carreras de un día y  la montaña de la Vuelta a España en mi último año de carrera deportiva

Recuerdo aquél Opel Kadett azul de Perico aparcado en el  garaje de tu casa

Tienes buena memoria. Cuando corríamos en Cataluña, Perico y el difunto Hernández Úbeda venían juntos desde  Segovia y Ávila, dejaban el coche en mi garaje y nos íbamos los tres con el mío a encontrarnos con el resto del equipo. Era lo habitual

Toda la familia, salvo tu madre teníais bici en el trastero

Nos apañábamos como podíamos pero anda que no teníamos bicis ni nada. Mi padre, mis hermanos Maribel y  Edu más la mía. Además de las de ciclo cross. Qué locura...!!

Quién de los hermanos era mejor en bici

Javier era el que más clase tenía de todos, pudo haber corrido en  profesionales, estoy seguro, pero dejó la bici.  Eduardo -Edu- el pequeño, fue de los mejores amateur de su quinta y pasó a   profesionales. Corrió en Kelme y Relax Fuenlabrada y ganó etapas en Vuelta a Aragón y Vuelta a Colombia

Y tras tu retirada del ciclismo profesional, qué

Seguí vinculado al ciclismo con la modalidad de BTT. Competí por diversión varios años hasta que entré en la Federación Española como seleccionador nacional de Mountain Bike y féminas. Me tocó dirigir a José Antonio Hermida de juveniles

¿y cómo fue?

Pues que ganó el campeonato del mundo de Junior en Cairns (Australia). Unos años después desconecté de la bici y cambié por completo de actividad

Qué rápido  ha pasado el tiempo Carlitos. Pronto ya jubilado

Tengo un trabajo que me encanta pero me quedan un par de años máximo

¿Y después?

Pues viviré haciendo cosas sencillas pero vitales. Salir en bici –La  Movember me ha recordado lo que es sentir   lactato en las piernas-  pasear por la playa, disfrutar de la naturaleza estar más  más tiempo en casa con mi familia y sobre todo disfrutar de mi pequeña Carlota

Te propongo un brindis

Vale, por qué o por quién

Por los que te metieron en esto y que ya no están con nosotros. Por  tu padre Paco y por tu hermano Javier.  Éste último nos dejó demasiado pronto

Y tú bien lo sabes.…

                                                               Va por ellos!!!

Carlos Hernández con MIguel INdurain y Adolfo Bello La Movember 2021

Carlos Hernández con Miguel Indurain y Adolfo Bello La Movember 2021 / foto Fernando Sancho

Una crónica de "el del segundo"  #eldelsegundo   de la serie, "tomando un bitter kas con... "



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